20 de abril de 2024

Opinión. Pozo Alcón: La Historia y sus gentes. LVII

CONSEJOS DE GUERRA VII.

LOS DEL FONTANAR ( y 2ªparte)

Varias fueron las particularidades que se dieron en el Fontanar durante el período de la Guerra Civil. Además de las ya señaladas de ausencia de detenciones de elementos de derechas, Casa del Pueblo propia o Comité del Frente Popular del Fontanar, habría que resaltar la fuerza del Partido Comunista en la Aldea: gran parte de los detenidos republicanos pertenecían a ese partido y el sindicato predominante era lógicamente la UGT, en detrimento de la CNT, como veremos en los siguientes Consejos de guerra.

Pedro García Pérez, alias “Albardilla”. Fue uno de los primeros detenidos antes del 1 de abril de 1939. Era campesino y tenía 33 años al inicio de la guerra; estaba casado con María Gámez Moreno, con la que tenía dos hijos. El “Albardilla” era un hombre de claras ideas izquierdistas. En su primera declaración en el cuartel sólo se le imputa haber pertenecido al PC y a la UGT, y de haber ejercido como Guarda de campo (Guardia de Policía Rural). Casi todos los informes que de él se dan son positivos, resaltando su buen comportamiento con los derechistas del anejo, pero en el de la guardia civil se deslizan dos acusaciones que luego resultarán falsas o al menos no demostradas: la de haber ejercido de carcelero en Baza con maltrato a los fascistas y la de haber intentado detener al derechista local Manuel Gámez García, lo que alargó todavía más su proceso. Pedro García fue condenado a 12 años y un día, y salió en libertad de la prisión de Santa Úrsula de Jaén el 18 de diciembre de 1942. Había estado en la prisión más de tres años.

Agustín Gómez Quiñones. Tenía 39 años al inicio de la guerra. Hijo de Yago y María Santa, estaba casado con Paula Parra Hortal y tenía cuatro hijos. Fue detenido en agosto de 1939 y hace su primera declaración en el cuartel del Destacamento de la Policía Militar: “Que ha pertenecido al Partido Comunista y a la Casa del Pueblo, siendo uno de los dirigentes, y que en una de las sesiones que celebraron acordaron repartir tierra a quienes no tenían”.

Enviado a Jaén, allí no vuelve a declarar ante el juez hasta un año después, el 24 de junio de 1940. Declara: “Que en el año 1937 se afilió al Partido Comunista y en el siguiente fue nombrado vocal del mismo. Que aunque en la Aldea del Fontanar en que vive se han hecho algunas incautaciones, el declarante no ha tenido ninguna parcela, sino que ha seguido cultivando las mismas que llevaba en arrendamiento desde mucho antes de la Revolución”.

Los informes que de él se emiten sólo recogen la acusación de haber sido secretario del PC “sin que conste en su contra ningún otro hecho delictivo”. Sin embargo, en el informe del Comandante del Puesto, Carlos Afán de Ribera, se desliza, sin que después se presente ninguna prueba o testigo, que “existe la acusación de que ha intervenido en la destrucción de Imágenes de esta iglesia”. Por este motivo se le deniega la libertad provisional y continuó en prisión hasta que, una vez sobreseída su causa, fue puesto en libertad en enero de 1942. Estuvo en prisión casi tres años.

José y Juan Antonio Martínez Amador. Eran hermanos, hijos de Francisco e Isabel. Ambos estaban solteros, tenían instrucción y 21 años al inicio de la guerra. En el caso de José, su único delito era “sus ideales izquierdistas y por tanto no se le considera afecto al Glorioso Movimiento Nacional”. Pertenecía a la UGT con anterioridad a la guerra. He aquí su ficha clasificatoria:

Fue detenido en agosto de 1939 y puesto en libertad de la Prisión Provincial de Jaén el 18 de abril de 1940. Su caso fue sobreseído.

Peor suerte corrió su hermano, Juan Antonio Martínez Amador, que fue detenido en una segunda tanda el 1 de abril de 1940. Los informes sobre él resaltan su filiación izquierdista y haber sido escopetero en los primeros meses de la guerra, aunque “no hay en su contra ninguna acusación ni intervención conocida de tomar parte en hechos delictivos”. En 1937 se afilió al Partido Comunista y toda la guerra estuvo en su aldea y no sirvió en el ejército por enfermedad crónica. Sin embargo, fue condenado a 6 años y un día por excitación a la rebelión militar. Como la condena era menor, fue puesto en libertad vigilada el 2 de agosto de 1941.

José Gámez Burruezo. Hijo de Cándido y Josefa, casado con Paulina Gámez Quiñones, con cuatro hijos, tenía ya 59 años al inicio de la guerra. Fue acusado de ser uno de los dirigentes del Partido Comunista y de la Casa del Pueblo del Fontanar. También se le acusaba de haber participado en el reparto de tierras:

Lo más significativo en esta declaración inicial, forzada como todas, quizás sea el que aparecen tres nombres nuevos hasta ahora: Francisco Lara Sedeño, que murió en la prisión de Jaén, y otros dos, Bernardino Gámez Pérez y Pedro Plaza Manzanares, que debieron de ser los dos delegados gubernativos en Pozo Alcón.

Finalmente, el caso de José Gámez fue sobreseído y puesto en libertad el 2 de diciembre de 1941.

Adolfo Salazar Carmona. El encarcelamiento de Adolfo Salazar parte de una denuncia que Manuel Gámez García le hizo porque “el día 24 de septiembre de 1936, mandó a su hijo Manuel Salazar Gámez a mi domicilio, acompañado de cincuenta o sesenta individuos armados de escopetas y revólveres entrando violentamente en mi dicho domicilio, manifestando les entregara la escritura del cortijo y huerta que su padre me había vendido…”. Se trataba, pues, de un asunto particular e incluso no parecía claro que el cortijo y huerta hubieran sido vendidos, como se afirma, sino que todo partía de un préstamo de mil pesetas que en 1932 Manuel Gámez había hecho a Adolfo Salazar con las escrituras como garantía. Ahora, en 1939, le reclamaba 7500 pesetas de intereses y principal. He aquí la denuncia completa:

Vemos en la denuncia cómo, además del asunto de la escritura, las acusaciones se extienden al intento fallido de fundar la CNT en el Fontanar y de ser el “primer responsable de los hechos ocurridos en el referido anejo”. Todo lo cual es muy significativo porque, fuera o no fuera cierta la acusación de tal intento de fundación, lo que sí es cierto es que dicha organización no existía en el Fontanar y toda la actividad política recayó en el Partido Comunista y en la Unión General de Trabajadores. Adolfo Salazar, casado con Eladia Gámez Burruezo y, por tanto, cuñado del anterior encartado, José Gámez Burruezo, con nueve hijos, finalmente fue absuelto – quizá gracias a su intervención al salvar a un guardia civil que huía – y puesto en libertad el 8 de agosto de 1940.

José Manuel Leal

NOTA: Hasta aquí los Consejos de guerra de algunos vecinos del Fontanar. Quedan todavía varios otros poceños que sufrieron la cárcel en aquellos tiempos, de los que nos ocuparemos en otra ocasión. El próximo artículo, un tanto al hilo de la actualidad, lo dedicaremos a las elecciones municipales, centrándonos en las primeras de la historia y en las primeras de la democracia.

Un pensamiento en “Opinión. Pozo Alcón: La Historia y sus gentes. LVII

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.