28 de marzo de 2024

Pozo Alcón: La historia y sus gentes VI, por José Manuel Leal

EL RÍO GUADALENTÍN Y SUS FUENTES

En el artículo anterior, veíamos cómo antiguamente se distinguía entre Guadalentinejo y Guadalentín, situándose la unión de ambos a la altura de las Fuentes del Guadalentín. Veíamos, además, que la primera referencia escrita a la Fuente del “Guadaletín” es de mediados del S. XIII, época en la que esta zona pertenecía ya al reino de Castilla a través del Adelantamiento de Cazorla. Y, finalmente, insinuábamos también el probable origen y etimología de Guadalentín. Vayamos por partes.
El ingeniero Iturralde, en la Memoria del Proyecto de Canal ya citada, describe así esta Fuente, situada a unos 20 kilómetros del origen del río: “El pozo es un abundantísimo manantial de aguas excelentes, que se unen a las del Guadalentinejo, cuyo nombre desde este punto se transforma en el de Guadalentín. Este nacimiento se halla alimentado a no dudar por algún depósito interior de Sierra Segura. La constancia de su caudal y de su temperatura prestan gran verosimilitud a esta hipótesis, que confirma el estudio de las condiciones geológicas del terreno (…). A 5 kilómetros de las “Fuentes del Guadalentín” –nombre del nacimiento mencionado- el cauce del río se halla bruscamente cortado. Enfrente se presenta la creta cortando el paso y la corriente forzada a variar el curso y remansada por el obstáculo, se dirige lentamente a la izquierda, penetrando en una profunda cerrada de tajos verticales. A poco de entrar en ella, la pendiente aumenta enormemente. La irresistible acción de las aguas se ha abierto un cauce profundo, por el que baja despeñada en espumantes cascadas y arrebatadas chorreras”.
Este pozo del que habla Iturralde no es otro que el afloramiento de las aguas de la cueva del Complejo Arroyo de la Rambla, conocida como PB4. Efectivamente, en 1992, un grupo de espeleólogos granadinos, haciendo un estudio topográfico en la PB1 y PB5 (las dos Fuentes del Guadalentín), encontraron este conjunto de cuevas y bocas por las que transcurre el río subterráneo. Por estas inmensas cavidades, por sifones y cascadas subterráneas, discurre, a veces por enormes salas de estalactitas y estalagmitas de enorme belleza, buscando su surgencia el río Guadalentín, al que, creo que equivocadamente, como veremos más adelante, llaman río Valentín. Queda mucho por estudiar de este complejo kárstico, como por ejemplo la comunicación entre las dos Fuentes (PB1 y PB5) y la gran cueva PB4 que da nombre al conjunto; pero, el hecho de que casi siempre estén estas cuevas inundadas por el Pantano de la Bolera, dificultan mucho o impiden los estudios de los espeleólogos, a cuyos ímpetus aventureros y científicos debemos todos estos hallazgos ocultos bajo las aguas del embalse (para saber más, en este enlace).https://docplayer.es/44439702-El-complejo-del-arroyo-de-la-rambla-pb-4.html

En tanto se vayan realizando nuevos descubrimientos, lo que sí ha quedado claro es el origen del río, de este segundo río que se une al que procede de la Fuente llamada Guadalentinejo.
Así pues, tenemos dos ríos que se juntan en uno, lo que nos va acercando un poco más a su significado. Pero antes, una nueva aclaración. Muchos poceños y los mismos espeleólogos a los que nos hemos referido, llaman a este pozo “Fuente de Valentín”, sin aportar ninguna razón que lo justifique o yo, al menos, no he encontrado documento alguno o referencia que lo demuestre. Acaso se trate de una confusión fónica muy común en la transmisión oral. Más aún, y rizando el rizo, en algunos planos espeleológicos aparece incluso como “Fuente de San Valentín”. Repito, me parece una mezcla fonética provocada por una errónea identificación, como ocurre también, por ejemplo, con el Arroyo de Guazalamanco en el que se ha unido una raíz árabe (zálama), que se refiere al concepto de “umbría, oscuro o tenebroso”, con el hecho de que aquello perteneciera en un tiempo a un tal Gonzalo Manco (o Marco en otros textos). ¿Pudiera ser que, en su momento, un tal Valentín tuviera posesiones en aquel lugar y su nombre se identificara con Guadalentín? Me parece poco probable, aunque no inverosímil.
Y vamos ya a la hipótesis sobre la etimología del nombre. No podemos confundir el nombre del río Guadalentín de Pozo Alcón con el del mismo nombre que pasa por Lorca, llamado también río Sangonera, que desemboca en el río Segura. El nombre del río Guadalentín de Murcia procede de una raíz árabe (Wad-al-Lentín), que significa “río de fango o de lodo”, lo que sería imposible en el nuestro cuyas aguas son puras y cristalinas desde su origen a su desembocadura. Entonces la etimología sería otra, probablemente Wad-al-Tin o Wad-al-Iznaín, que vendría a significar “el segundo río” o “los dos ríos juntos”, con un sufijo genitivo árabe –tin, que transmite la idea de dualidad o conjunto. Su posterior evolución, pasando por el “Guadaletín” del texto de 1250, se podría haber visto influida por el nombre similar del río murciano, el cual, curiosamente, se forma con otro que, a su vez, también recibe el nombre de Turrilla, como el río de Hinojares.
En conclusión y resumiendo, es muy probable que la unión del río Guadalentinejo y el caudal de agua mucho mayor que se aporta desde las Fuentes del Guadalentín esté en el origen del nombre del que, a partir de este punto, se conocía antiguamente como el río Guadalentín propiamente dicho. Y esta unión de los dos ríos sería el nombre que los árabes le dieron, sin descartar la posible influencia murciana tanto en la evolución del nombre mismo, como en otras palabras típicas del vocabulario poceño. Es una hipótesis que planteo hoy aquí para posteriores estudios.

José Manuel Leal

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