Artículo de opinión sobre la crisis sanitaria en la localidad poceña
Domingo de Resurrección. Hoy es un día igual que el anterior, nada ha cambiado. No es el día que debía haber sido , de celebración religiosa en la calle, cuando nuestras imágenes estaban citadas a correr y “bailar” entre ellas; hoy era el día de despedida de todos aquellos familiares y amigos que habían acudido a nuestro municipio a pasar los días vacacionales de Semana Santa. Nada de eso ha pasado, solo un repique de campanas y algunos cohetes certifican que era un día a celebrar y se ha quedado en una rutina que se ha implantado en nuestros hogares, en nuestros quehaceres diarios, cuando cumplimos casi un mes de la implantación del estado de alarma.
El trajín diario en nuestro pueblo se concentra en el horario de mañana, cuando se sale a comprar artículos de alimentación o hacer alguna gestión urgente, aunque algunas personas aprovechan para darse un paseo disimulado. En los días laborables hay demasiada circulación de vehículos y de personas cuando se supone que estamos en un estado de inactividad y confinamiento. Quizás falta de control policial.
Esta que ha pasado ha sido una Semana Santa atípica , sin la actividad intensa de unos días festivos para algunos y de mucho trabajo para otros. Eran fechas claves para el sector de la restauración y de los alojamientos turísticos ; recordemos que, tras la agricultura ,el sector turístico es la segunda fuente de ingresos en nuestro municipio. Resultados negativos en un mes y sin previsión próxima de apertura.
Los mentideros de la redes sociales han estado especialmente activos durante esta semana, con un tema que ha sido portada de informativos nacionales : miedo a que vengan personas de otros lugares, potencialmente infectados por coronavirus. En nuestro entorno, no hay ningún establecimiento hotelero abierto y están prohibidos los desplazamientos no justificados por lo que eso de “yo lo he visto” y “me han dicho” no vale para nada. Son bulos y si no es así, si hay pruebas, nuestro deber es denunciarlo.
En algunos municipios de nuestra provincia los alcaldes han requerido a las autoridades policiales el incremento de la vigilancia y “si fuera necesario el cierre , dejando solo entrada y salida de servicios básicos». Aquí no ha sucedido este hecho aunque algunos lo han pedido.
Para hoy domingo estaba anunciado, por parte de nuestro Ayuntamiento, un pasacalles infantil, sin salir de casa, para los niños de nuestra localidad. Finalmente se aplazó por “recomendación de las autoridades competentes”. Esta misma actividad se realizó en algunos municipios de nuestra comarca, pero aquí no llegó a cuajar.
En cuanto a lo sanitario, la situación sigue estable en nuestra localidad. No hay ningún caso confirmado por coronavirus y en el Hospital de Baza la incidencia es mínima. La Residencia de Mayores Escoriza continua con sus protocolos de prevención y el Servicio de Ayuda a Domicilio, atendida por la empresa Clece, mantiene su actividad atendiendo a 100 persona que necesitan una atención extra.
Afrontamos la 5ª semana de confinamiento que nos lleva a un ligero cambio de la situación laboral que puede suponer un riesgo en el aumento de contagios. Debemos entre todos minimizar los efectos de este “enemigo invisible”, tiempo habrá después para afrontar los tiempos difíciles que vienen….una crisis en lo social y económico. Pero eso ya es otra historia que nos tocara vivir en los próximos meses.
Mientras tanto, fuerza y mucho ánimo para todos
Luis Gámez Iruela