14 de enero de 2025

¿ Recordamos ?…2007

En estos días de calor veraniego , es gratificante ver fotografías del tremendo nevazo que cayó en el municipio de Pozo Alcón a finales de Enero de 2007 y que aparecieron publicadas en la desaparecida Revista Cabañas.

Esta revista socio cultural gratuita estuvo editada por Rocío Monge, incluía varias secciones y artículos; entre ellos una crónica sobre nuestro pueblo :

LO QUE NOS HA PASADO

La crónica sociopolítica de nuestro pueblo en este último trimestre ha tenido diversos avatares y tensiones políticas internas. Hemos sabido quien serán los cabeza de cartel de las seis formaciones políticas que se presentan a los comicios de Mayo. Que barbaridad, un pueblo que pasa por muy poco los cinco mil habitantes y que concurran tantas formaciones políticas a unas elecciones es síntoma de algo que yo no puedo aventurar, pero que seguro un sociólogo tendría para un estudio algo sesudo.
Los tira y aflojas dentro de cada colectivo han supuesto más de lo mismo en varias formaciones políticas y otras, han renovado no sin luchas internas, casi fratricidas. Por estas fechas las listas están casi preparadas, las estrategias se perfilan y los argumentos se definen para que el mes de Mayo nos intenten convencer de que su opción es la mejor. La Romería de S. Gregorio será este año política.
Los hechos que sucedieron en Diciembre tras la pelea nocturna entre “payos y gitanos”, las dos manifestaciones, la dimisión de la alcaldesa y el clima enrarecido que se creó han dado lugar a consecuencias de diverso tipo. Una de ellas ha sido la actuación por parte de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el tráfico de droga, eso si, los presuntos delincuentes estaban en cuestión de horas en la calle, pero ese es otro debate.
Y desde luego el problema que tenemos en Pozo Alcón, al igual que en muchas localidades, barrios marginales habitados por colectivos conflictivos es un gran desafío para nuestros próximos gobernantes y para todos los poceños. El peligro de algo grave fue desactivado por una dimisión, se cambió el foco de atención, pero cuidado, el problema sigue estando, larvado, candente y pendiente de resurgir en cualquier momento.
Esto que se dice del cambio climático , yo no se si será así, pero el tiempo parece que está loco, aunque no nos va demasiado mal al menos en cuanto a agua se refiere. A finales de Enero nos sorprendió una gran nevada que nos ha garantizado el riego del verano, pero las almendras se las ha “llevao”.
Y en el churreteo de los carasoles se debate a quién votar, imposible ponerse de acuerdo.

En la misma revista Cabañas, de publicación trimestral, se hacía eco del fallecimiento el 25 de Enero de 2007, de Griselda Redondo, matrona de Pozo Alcón durante muchos años.

EN MEMORIA DE GRISELDA REDONDO

Cuando abrí los ojos por primera vez con lo primero que me tropecé fue con la cara de una mujer que me había agarrado y tirado de mí hasta sacarme del cuerpo de mi madre.
Lógicamente esa imagen no la recuerdo, pero al igual que a mí, “ Doña Griselda” fue la responsable de traernos al mundo a muchos, muchos poceños y de “asistir” a nuestras madres en unos partos que no siempre reunían las mejores condiciones.
En la noche y fría del pasado 25 de Enero, Griselda Redondo nos dejó de una manera silenciosa y rápida. Nació en Bélmez. Córdoba, allá por el año 1.915 en una familia que pronto tuvo que desplazarse a Mallorca por la profesión militar de su padre. A los 7 años de edad, tras la muerte del cabeza de familia, su madre y su única hermana vuelven a Pozoblanco. Griselda fue privilegiada para su tiempo por cursar sus estudios en Cádiz que terminó justo en el 36, año del inicio de la guerra civil española. Por una carambola del destino conoció a su marido y como en las películas románticas se conocieron por carta al ser “madrina de guerra” de Jesús Requena. En el 37 se casaron en Orihuela, para desplazarse más tarde a Baza donde tenían familiares, cuando acabó la guerra civil llegaron a Pozo Alcón con su única hija para hacerse cargo de las plazas de Comadrona y Practicante.
Eran tiempos de miseria y penalidades para la mayoría, todos no tenían para comer: se cobraba un duro por parto y una peseta por inyección, algunas mujeres traían al mundo a sus criaturas entre dos sillas; parir era una aventura por la falta de higiene y de medios.
Cuarenta y tres años de ejercicio de profesión, atendiendo a poceños y poceñas de toda clase y condición que llegaron a su fin en el año 1.970 por jubilación. Desde entonces y hasta su fallecimiento vivió rodeada de su familia.
Griselda , te recordaremos por ser una mujer adelantada a su tiempo, por desarrollar tu profesión y crear tu familia en nuestro pueblo, pero sobre todo por traernos a este mundo.

L. Gámez

Jesús Requena y Griselda Redondo

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