

Alrededor de 1000 personas se han concentrado pacificamente a las puertas del Ayuntamiento de Pozo Alcón para mostrar el apoyo a la familia Moreno Alonso. Al acto han acudido todos los concejales de los grupos político además de la alcaldesa Pilar Salazar. Un familiar ha leido un manifiesto agradeciendo el apoyo de la población y exigiendo justicia por la decisión que condena a María del Saliente Alonso a 45 días de prisión y a permanecer alejada de su hijo durante un año y 45 días por un delito de malos tratos.
http://www.rtve.es/noticias/20081212/millar-personas-manifiestan-contra-condena-una-madre-que-dio-bofeton-hijo/206293.shtml
http://www.rtve.es/noticias/20081212/millar-personas-manifiestan-contra-condena-una-madre-que-dio-bofeton-hijo/206293.shtml
en mi opinion se han excedido con la decision, ya que no condenan malos tratos habituales sino en un momento esporadico. creo que los juzgados deberian condenar mas duramente la violencia de genero y no estas cosas que quitan tiempo en los juzgados.
desde mi punto de vista,la ejecucion de la sentencia no beneficia a nadie y por el contrario creara secuelas en los padres, el niño en cuestion y en su hermano pequeño, ya que mas de un año alejada de tu familia debe de ser muy duro.
ANIMO FAMILIA!!! yo estare en la concentracion
Espero que sirva para hacer reflexionar un poco, por decir algo, el gran desacuerdo y desentendimiento que está viviendo la justicia de nuestro país. Y que nuestro Sistema Judicial tenga un poco más en cuenta, y no sea tan estricto a la hora de aplicar la teoria, que desgraciadamente no se ajusta en nada a la práctica de nuestros tiempos. Sirva desde la distancia mi apoyo a esta familia. Un saludo.
Visité vuestra población en abril de este año, y veo ahora esta injusta decisión judicial, me gustaría poder estar ahí de nuevo para dar mi apoyo a María
http://www.rtve.es/noticias/20081212/millar-personas-manifiestan-contra-condena-una-madre-que-dio-bofeton-hijo/206293.shtml
http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/noticia/54987/La+Fiscalia+pide+aumentar+la+pena+impuesta+a+la+madre+que+abofeteo+a+su+hijo
http://www.diariojaen.es/jaen/jaen1.htm
http://www.canalsur.es/informativos/noticia?id=61876&idCanal=713
Muy interesante el articulo de Pilar Rahola publicado hoy en la Vanguardia.
«»Aseguraron los expertos, reunidos por Roberto Arce en el programa 360 grados de Antena 3, que la sentencia estaba ajustada a ley y que el problema no era judicial sino legislativo. Es decir, que quienes habían creado la aberrante situación que está padeciendo esta familia no eran los que habían condenado a la madre a 45 días de prisión y más de un año de alejamiento de su hijo, sino quienes habían hecho las leyes que imponían dicho castigo. A pesar de que Javier Nart, presente en el debate, aseguró que la juez podía haber encontrado algún recurso legal para evitar el disparate, lo cierto es que el margen no era muy amplio.
Y así, por arte y oficio de la última modificación legal que convirtió el histórico cachete familiar en una cuestión de maltrato infantil y lo elevó a la categoría de castigo penal, esta madre de Pozo Alcón tendrá que sufrir la situación más surrealista de su vida. Estos son los hechos. Hace dos años, María Dolores intentaba lidiar con un rebelde hijo de 10 años que se negaba sistemáticamente a hacer los deberes.
La madre, que ya había pedido ayuda a la escuela diversas veces, le exigió que acabara, el niño le tiró una zapatilla, situación de tensión imaginable y finalmente un cachete dado con mala puntería que hizo sangrar al niño por la nariz. Nunca había existido ningún maltrato; los padres, que son sordomudos, se desviven por sus hijos según lo avalan todos los testigos, desde los vecinos hasta los maestros de la escuela, y la propia juez María Fernanda Pérez reconoce que no se da, en ninguna circunstancia, una situación de maltrato.
Sin embargo, gracias a la sentencia, emitida dos años después, esta familia se ve en una situación delirante: ella tendrá que abandonar el domicilio conyugal y alejarse, durante más de un año, de su familia; el padre, que trabaja de albañil a 170 km de su casa, no podrá cuidar ni a los dos hijos de la pareja, ni a la abuela, enferma de alzheimer; y la madre aún no sabe dónde vivirá, porque la única posibilidad, la casa de su hermana, no cumple los 500 metros de alejamiento.
Y así, fruto de una sentencia alucinante que intenta cumplir una ley más alucinante aún, esta familia vive un trágico despropósito porque un día el niño se puso más revoltoso de la cuenta y la madre perdió los nervios. Comotantos otras millones de madres en el mundo, que aman a sus hijos, los protegen, los cuidanyalguna vez les han dado un sopapo. El despropósito es tan monumental, que ahora tenemos una sentencia que, intentando proteger al menor, se ha convertido en la principal fuente de maltrato. Mal mayor, pues, intentando corregir un mal menor. Por supuesto, el niño no entiende nada, se siente culpable y encima está tan aterrorizado como el resto de la familia, por la situación. La pregunta es bien simple, aunque resulta dramática: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Porque lo que tenemos ahora no es una ley que lucha contra el maltrato, sino una ley que criminaliza, hasta el delirio, amiles de progenitores que, siendo magníficos padres, pueden levantar la mano alguna vez. Es decir, confunde los planos, mezcla la terrible lacra del maltrato infantil con la educación histórica de muchos de nuestros padres, que bien pudieron acompañar muchos besos con alguna colleja, y judicializa el comedor de casa como si fuera un espacio bajo sospecha.
Es evidente que un bofetón nunca es una solución, y también es evidente que hay que hacer pedagogía al respecto, pero hay un abismo entre cambiar el paradigma educativo histórico de las familias y convertir a una masa ingente de padres en posibles delincuentes. Es el abismo entre una ley y una insensatez.
Preguntaba cómo habíamos llegado hasta aquí. Por el camino del estropicio buenista, ese que también nos decora las comisarías con la técnica del feng shui, para que los delincuentes tengan paz y armonía, o que considera que los maestros son coleguillas de buen rollo. Y es que tenemos una progresía con una notable empanada mental, incapaz de discernir entre el deleznable autoritarismo y la necesaria autoridad. Ciertamente, el fiestón del 68 hizo mucho daño a algunos. «Paren el mundo, que me bajo». Y lo que se bajó fue el sentido común.»»
este comentario anterior tendría que leerlo la persona que escribío que el protocolo de actuación seguido entre el colegio y el centro de salud había sido eficaz!
Basta ya, señores!
Creo que Star 45 y muchas más personas con un poco de cabeza estarán de acuerdo conmigo en que la sentencia deberia haber sido todo lo contrario; obligar a los padres y a los hijos de esta familia, y de muchas más, a estar más tiempo juntos y si tienen algun problema o dificultad para educarse mutuamente, que se les ayude como se merecen con el asesoramiento de personas cualificadas, que solo parecen estar para lucir sus títulos y disponer de un buen sueldo sin molestarse en resolver problemas.
De siempre se ha dicho que es mejor prevenir que curar, pero en este caso parece que el cirujano se ha puesto a operar con las peores herramientas.
Todos los padres tienen algún problema con sus hijos pero ¿quien enseña a los padres a educar?
La defensa de la mujer de Pozo Alcón (Jaén) condenada a 45 días de prisión y al alejamiento durante un año y 45 días por dar una bofetada a su hijo ha presentado ya el recurso en el que defiende la inocencia de su clienta y, con carácter subsidiario, incorpora la petición de indulto para María del Saliente Alonso.
El recurso presentado por el letrado Ignacio Amor pone énfasis en destacar que la colleja recibida por el menor fue un hecho «puntual», negando que los malos tratos fueran continuados.
Hay que tener en cuenta que una de las pruebas de cargo en las que se basó la Fiscalía para ejercer la acusación fueron unas supuestas palabras de un profesor del colegio al que asiste el niño indicando que el alumno sufría los golpes de su madre de forma continua, algo que el docente negó durante el juicio.
Además, la defensa, en consonancia con lo manifestado en su día en el juicio, advierte de que «la aplicación estricta» del Derecho puede dar lugar a situaciones «más dañinas», pues considera que el alejamiento de la madre del menor durante más de un año puede tener «consecuencias muy negativas» en el seno de esta familia, donde el padre y la madre son sordomudos.
En este sentido, el fiscal jefe de Andalucía, Jesús García Calderón, anunció en días pasados la disposición a estudiar un indulto parcial para la mujer de Pozo Alcón con el fin de corregir una «posible desproporción punitiva» de la orden de alejamiento impuesta a la madre.»Si la sentencia se confirma queremos coordinar la posición del Ministerio Fiscal para ver de qué forma podría producirse su ejecución sin que se perjudiquen los intereses del menor», declaró García Calderón.
No obstante, la Fiscalía de Jaén también anunció la semana pasada que recurriría el fallo del Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén por entender que la juez omitió el agravante de que la agresión se produjo en el ámbito familiar, por lo que eleva la petición de pena en 22 días más de prisión (no la cumpliría por carecer de antecedentes penales) y de alejamiento.
Se da la circunstancia de que la misma magistrada absolvió a una mujer de Bailén por entender entonces que los cachetes a su hijo de 11 años estaban dentro del «derecho de corrección» de los padres y no podía considerarse maltrato habitual, un agravante que sí ha tenido en cuenta para el caso de Pozo Alcón.
Noticia aparecida hoy en El Pais.com
Articulo de Jose Ignacio Prendes, publicado hoy en «El Comercio Digital.com» de Gijon:
«POCAS visiones me han turbado más en los últimos tiempos que las de un reportaje en el que se relataba la odisea de la familia de María del Saliente Alonso Martínez, la madre sordomuda de Pozo Alcón, Jaén, condenada a 45 días de prisión y un año de alejamiento por el delito de maltrato, por haber dado una bofetada a su hijo.
Allí estaba todo el pueblo con una pancarta de solidaridad, explicando que María es una buena mujer, amante de su familia y su casa, desbordada en ocasiones por un hijo de 12 años un poco conflictivo. Lo más desgarrador, sin duda, era el cuadro familiar, el hijo rebelde abrazado a su madre implorando que no los separen y manifestándose culpable. El marido lloroso y atónito sin poder explicarse lo que les está pasando y sin saber cómo se van a arreglar ante la separación familiar, y el hijo pequeño que aún no sabe si va a tener que vivir separado de su madre o de su hermano durante todo un año.
Debe de ser que me pilló bajo de defensas o que a estas alturas anda uno todo el día preguntándose, con cierto sentimiento de culpa, si estará ejerciendo correctamente de padre, pero lo cierto es que el grado de turbación que me produjo aquella escena digna de lo más granado del ‘Celtiberia Show’ de Carandell fue de las que hacen época. Y no debiera haber sido así, después de todo cualquier abogado que se pasee a cuerpo por nuestros juzgados habrá visto casos en los últimos años, sino tan sangrantes, si similares. Con parejas envueltas en el absurdo por alguna discusión subida de tono, da igual que deseen vivir juntos, que no puedan pagarse dos viviendas, que no tengan más familia y que estén ellos dos solos para ocuparse de los hijos cuando el otro trabaja.
La Justicia ha decidido que no deben seguir viviendo bajo el mismo techo y si en algo es ciega, actualmente, es en esto. Y ¡ojo! que no les pillen juntos que será un delito de quebrantamiento de condena, sin remedio.
Pero no, no le echemos la culpa a la Justicia, esa señora de blanco inmaculado, a la que se le atribuyen tantos males sin culpa. Esta es de nuestros legisladores, de los que desde el Parlamento dictan y legislan sobre vidas y haciendas, con leyes absurdas, muy bonitas para los anaqueles de las bibliotecas o los seminarios sobre Derechos Humanos, y que encaramados en su progresismo infantil, armados de un lenguaje vacío pero políticamente correcto y con su buenismo patológico por bandera, nos conducen a una sociedad absurda e invivible, donde una discusión de pareja o un cachete (el zapatillazo materno en mi versión familar) se convierte en un delito que cae como un bomba sobre el hogar, convirtiendo la solución al problema en un problema en sí mismo. Mientras, las estadísticas sobre mujeres muertas a manos de sus parejas no disminuyen y la educación de estas nuevas generaciones, indolentes, caprichosas y sin límites se convierte en un problema de urgencia nacional.
Y mientras la vicepresidenta De la Vega en la ONU, nada más y nada menos, entregando un Plan del Gobierno de España para la ampliación de los Derechos Humanos, habrá que hablar de esto con más tiempo porque su lectura no tiene desperdicio.
Podrían empezar por ampliarle los derechos a María Alonso, a sus hijos y a su marido, de Pozo Alcón, Jaén, sólo quieren ejercer su derecho a convivir juntos. La gracia del indulto, con previa petición del fiscal de suspensión de la pena, está a disposición del Gobierno de España, mucho más fácil que ir a Nueva York a sacarse fotos de propaganda.
Después de ver el programa «rojo y negro», me quedo con la imagén del maestro, explicando que no entiende la sentencia, tal y cual… pero si fué al centro de salud para que miraran al niño porque no es competencia de ellos; es que en el colegio no hay botiquín? es que para curar una nariz que sangra o ha sangrado, debemos ser enfermeros o médicos?? y para más inri, deja por escrito que «el niño sufría golpes por parte de su madre de forma continua», y ya en el programa suaviza el asunto y dice que disiente en la sentencia y ya nombra los Servicios sociales (que es lo que tenían que haber actuado), hombre, por favor, uno piensa antes de actuar, que este tema es muy delicado.
Creo que debemos de ser más serios y actuar con mucha cautela y delicadeza ante esos temas porque, por desgracia, cualquier tipo de maltrato está a la orden del día… pero eso no quiere decir que ante cualquier pequeño indicio sea maltrado. Hasta donde vamos a llegar???
Texto publicado hoy en «aica.com» diario on-line de la Universidad Catolica del Río de la Plata (República Argentina)
Jaén (España), 18 Dic. 08 (AICA)
Manifestantes en apoyo de la madre condenada.
«En buena parte de la sociedad española y no solo en Pozo Alcón, crece la indignación por el caso de María del Saliente Alonso Martínez, la madre sorda que fue condenada, dos años después de los hechos, a 45 días de prisión y un año de alejamiento de su hijo, por el delito de maltrato, simplemente por haber dado una bofetada a su hijo de 10 años cuando lo reprendía por no haber hecho los deberes del colegio. Una enorme manifestación de apoyo a la madre, con la participación de todos los partidos políticos, se realizó en el pueblo jiennese donde se desarrollaron los hechos.
La Fiscalía había recurrido dicha sentencia no por parecerle excesiva sino todo lo contrario, porque la consideraba demasiado leve. Y así, dos años después de la sentencia, explicó que tenía que recurrirla porque ésta no tuvo en cuenta el “agravante” de que los hechos se desarrollaron en el domicilio familiar, por lo que la pena pasaría de 45 a 65 días de prisión, quedando igual la pena de un año de alejamiento.
Mientras algunos expertos aseguran que la sentencia del Juzgado Penal número 3 de Jaén se ajusta a Derecho, otros consideran inquietante el hecho de que se hayan tardado dos años en dictar sentencia. En este tipo de casos de violencia doméstica, las condenas tan graves y contundentes se dan cuando existe un peligro cierto sobre la persona maltratada. Sin embargo, en el caso de Pozo Alcón (Jaén), después de la denuncia y de incoarse el proceso, el menor siguió viviendo con sus padres durante dos años sin que le ocurriese nada. Por ello resulta aún más contradictoria la sentencia ya que, en caso de que hubiera existido peligro para el hijo, debió dictarse inmediatamente, y no dos años después en los que quedó demostrado que no hubo nuevos problemas de convivencia.
Los hechos ocurrieron el 6 de diciembre de 2006 cuando María le preguntó a su hijo David, de 10 años, si había hecho los deberes. El niño le respondió, mintiendo, que sí, y cuando su madre se enteró de la verdad lo reprendió. David reaccionó lanzándole una zapatilla a su madre y huyendo hasta encerrarse en un cuarto de baño. La madre consiguió abrir la puerta del baño y, al entrar, agarró al niño por el cuello y le pegó un bofetón. Accidentalmente el niño se golpeó contra el lavabo, por lo que sangró por la nariz. Además, también resultó con un hematoma en el cuello.
Al día siguiente, el menor llegó al colegio y el profesor, al ver su estado, lo llevó a la sala de primeros auxilios del pueblo. Allí, una médica lo examinó y realizó un parte de lesiones por malos tratos. Por su parte, María, que es sorda, aseguró que su hijo es un niño conflictivo. Asimismo, éste se negó a declarar contra su madre en el juicio.
Para la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos (Confapa), la sentencia sólo puede entenderse «en el contexto de una penosa corrección política» que, a su juicio, «invade» a la sociedad. La confederación indicó que la reforma «presuntamente progresista del Código Civil, anuló la posibilidad de que los padres corrijan moderada y razonablemente a sus hijos» por lo que «deja a las familias españolas absolutamente indefensas, como les ocurre a estos padres de Pozo Alcón».
Confapa también llamó la atención sobre la pasividad de «los organismos encargados de la defensa de la mujer y la falta de apoyo de las autoridades educativas y de bienestar social de la Junta de Andalucía». Asimismo, la Confederación de Padres exige que «se articulen las medidas políticas necesarias para que sean modificados los artículos del Código Civil que propician estas situaciones de desamparo».+
AICA – Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente
Publicado hoy 22/12/08 en el País
David es la estrella del ‘cole’
Un niño paga los efectos del acoso social después de que la justicia condenase a su madre a separarse de él por pegarle
Si el fallo judicial que ha condenado a una madre a estar más de un año alejada de su hijo por haberle reprendido a golpes por no hacer los deberes perseguía la protección del menor, el efecto conseguido, de momento, ha sido el contrario. El impacto social de esta polémica medida ha convertido la vivienda de María del Saliente y a todo el pueblo de Pozo Alcón (Jaén) en un plató mediático. Algo que está pasando factura a sus dos hijos, especialmente a David, el que sufrió la ya famosa bofetada castigada dos años después con una pena calificada por algunos como desproporcionada.
En el pueblo de la familia se han recogido 2.000 firmas contra el fallo
Aunque la sentencia tardará en ejecutarse por los recursos planteados por la fiscalía y la defensa de la madre, familiares y educadores alertan sobre las repercusiones de este acoso social para la formación de David, convertido en la estrella de su colegio. «Se sabe protagonista y se siente el rey del mambo, pero eso no le va a beneficiar», advierte María Ángeles Sánchez, la directora del centro donde el niño cursa 6º de Primaria. Del colegio Nuestra Señora de los Dolores salió una de las pruebas en las que el fiscal basó su acusación: unas supuestas palabras del tutor indicando que el alumno sufría los golpes de su madre de forma continua, algo que el docente negó durante el juicio.
David, un rubio travieso y rebelde de 12 años, tenía ya de por sí poco apego a los estudios, pero ahora su mente está si cabe más centrada en otras cuestiones, por ejemplo, que no alejen a su madre de él. «No quiero que se la lleven, la quiero mucho», recalca el menor mientras se funde en un abrazo con ella. Tanto los padres de David como los profesores creen que el menor va a tener que recibir tratamiento psicológico para ayudarle a manejar esta situación.
Si los recursos no lo remedian, María, sorda de 37 años, tendrá que estar 410 días sin poder ver a su hijo. «Como me lo quiten me voy a volver loca, dónde me voy a ir yo, qué será de mi familia», exclama con muchisima dificultad. Su caso ha abierto un profundo debate social sobre la eficacia del ordenamiento jurídico. Sobre todo en el caso del alejamiento, algo que muchos consideran negativo en casos como éste. Una mañana de octubre de 2006 a María se le fue la mano al reprender a su hijo por no haber hecho los deberes. El niño le respondió tirándole una zapatilla y encerrándose en el baño. Faltaban apenas unos minutos para ir al colegio y María, presa de los nervios, logró abrir la puerta, cogió del cuello al pequeño y le dio un tortazo por detrás de la cabeza, lo que hizo que se golpeara con la nariz en el lavabo y empezara a sangrar. Cuando llegó al colegio, su maestro vio los restos de sangre y un moratón en el cuello, por lo que le llevaron al centro de salud. Allí, los médicos remitieron el parte médico al juzgado, como dicta el protocolo.
María fue juzgada el pasado 24 de noviembre acusada de malos tratos. En la sentencia, la magistrada María Fernanda García se pregunta si la actitud de la madre tendría cabida en el derecho de corrección de los padres a los hijos y si eso puede ser una causa exonerada de responsabilidad en caso de maltrato. Ello, a pesar de que, desde diciembre de 2007, el derecho de corrección fue suprimido por los requerimientos del Comité de los Derechos del Niño.
En cualquier caso, «una agresión física como la cometida aquí, dos actos de agresión de cierta intensidad que produjeron lesiones, no puede considerarse comprendida dentro de los conceptos de razonabilidad y moderación establecidos en la legislación civil y, por supuesto, no implican el respeto a la integridad física y psíquica de sus hijos que los padres deben tener en el ejercicio de la patria potestad», dice la sentencia. Además, la reforma del Código Penal elevó a la categoría de delito lo que antes era una falta de maltrato cuando los sujetos son miembros de la unidad familiar.
La decisión de la juez cayó como un rayo en la humilde casa donde vive con su marido, también sordo, sus dos hijos y su madre, enferma de alzhéimer. «Llevamos muchos días sin poder dormir y sin apetito. Mi mujer está todo el día llorando y no entiende por qué se le castiga así», comenta el padre, José Domingo.
«Es una barbaridad, quién no ha dado un cachete alguna vez a su hijo. Se está sentando un precedente muy malo para poder corregir a los menores. Da la sensación de que María ha sido la cabeza de turco», señala Gregoria Moreno, comerciante de Pozo Alcón. La indignación en este municipio jiennense es tal que ya se han recogido más de 2.000 firmas exigiendo que no se ejecute la sentencia.
Ya hemos traspasado fronteras, he aqui un articulo publicado por el «TIMESONLINE»
«Mother who hit ‘difficult’ son told not to see him for a year
Graham Keeley in Madrid
A woman who hit her son because he had not completed his homework has been sentenced to 45 days in prison and banned from seeing him for more than a year.
MarÍa del Saliente Alonso MartÍnez, 37, was convicted of child abuse by a court in Jaen, southern Spain, yesterday.
In October 2006 Alonso, who comes from Pozo Alcon, Jaen, grabbed her ten-year-old son round the neck and hit him on the back of the head after discovering that he had not finished his homework.
Earlier in the day the boy had thrown a shoe and locked himself in a lavatory. Teachers noticed later that the boy had marks on his neck, and they reported the mother to the authorities.
A judge in Jaen admitted that the boy had a “difficult character” but he nonetheless convicted his mother of “committing an act of aggression against her son”.
He added: “You cannot consider this within the concept of the parental right to correct children.”
Alonso was banned from going within 500 metres of her son for a year and 45 days. The mother, who does not have to serve the prison term as she has no previous convictions, is to appeal.
Pepa Horno, of Save the Children, said: “In a case like this were there were injuries, the judge has applied the law correctly.”