20 de marzo de 2025

Pozo Alcón: La Historia y sus gentes. XXXII

LA II REPÚBLICA: LA POLÍTICA

Por José Manuel Leal

Para continuar con el hilo narrativo que fijábamos en el artículo anterior, vamos a ocuparnos en éste de la situación política en esta época y del gran cambio que supuso en el Ayuntamiento la llegada de la II República. La mayoría de los protagonistas políticos que van a ir apareciendo, no habían tenido responsabilidad alguna en los Consistorios anteriores.
Nos adentramos, a partir de ahora, en un periodo muy convulso de la Historia de España y, lógicamente, de la de Pozo Alcón, del que disponemos –o al menos yo dispongo- de muy escasa información. En concreto, del periodo republicano apenas si tenemos dos o tres libros de actas del Ayuntamiento, algunas noticias sueltas y poco más. El atento lector podrá observar la gran cantidad de información sustancial y conocimiento efectivo que nos falta. Un ejemplo, para hacernos una idea de a qué me estoy refiriendo: hasta el momento no sabemos a ciencia cierta cuáles fueron exactamente los partidos políticos que aquí se presentaron a las elecciones municipales y tan sólo podemos formular algunas hipótesis, algunas deducciones a tenor de las cifras y resultados que sí aparecen en las actas que he referido. Pero, en fin, hechas estas consideraciones, vayamos ya a lo que sí podemos conocer.

Y lo primero que sabemos, sin duda, es que en Pozo Alcón siguieron gobernando las derechas desde el inicio de la República hasta prácticamente el inicio de la Guerra civil. Y lo hizo ahora a través del Partido Republicano Radical, más conocido como Partido Radical (PR), un antiguo partido centrista, republicano y anticatalanista, donde se refugió gran parte de la derecha tras la desaparición de los partidos tradicionales. El PR, cuyo líder nacional era Alejandro Lerroux, gobernó el Ayuntamiento primero con Juan Rodríguez Moreno y, a partir de 1934, con Lucas Martínez Cerrillo. También sabemos que el sindicato UGT se fundó en Pozo Alcón en julio de 1931 con 400 afiliados, según aparece en el diario El Socialista (16/07/1931). En esta noticia se da cuenta de las nuevas organizaciones que, por conducto de la Unión General, habían sido admitidas en la Federación de Trabajadores de la Tierra. Otra noticia, breve pero interesantísima, aparecida en el mismo diario, nos ayuda en este punto y nos permite acercarnos a la situación política:

Demostrada la presencia en Pozo Alcón, tanto del PR como de la UGT en 1931, continuemos con el relato histórico.
El Ayuntamiento que había surgido de las elecciones del 12 de abril de 1931, presidido por Antonio Jurado Amador, fue destituido por orden gubernativa y nombrada una Comisión gestora constituida el 29 de abril. En la siguiente hoja suelta que publicamos y que figura dentro del libro de actas de abril de 1931, podemos ver la Orden que cesa al Ayuntamiento anterior y nombra a la Comisión gestora presidida por Julio Gutiérrez Funes y compuesta, además, como vocales, por Reyes Bustos Moreno, Manuel Vilar Vargas y José Moreno Romera, de los que, sin apenas información, sí podemos deducir que eran de ideas socialistas y republicanas. En esta misma acta -nos resulta muy curioso- consta que no pudo hacerse el arqueo de la caja porque nadie tenía las llaves para abrirla.

En cuanto a los protagonistas, tan sólo puedo apuntar aquí que Julio Gutiérrez aparece en el Anuario de 1930 como dueño de una abacería y, posteriormente, en 1932, vuelve a aparecer como secretario del Juzgado en la partida de nacimiento del pintor José Quero González. También sabemos que su hermano, Adolfo Gutiérrez Funes, con estudios universitarios, había sido vicepresidente del partido Unión Republicana en Baza. De los restantes, sólo sabemos que Reyes Bustos Moreno, probablemente del PSOE, volverá a ser después concejal del Ayuntamiento y miembro del Comité del Frente Popular durante la Guerra; y de Manuel Vilar, solamente sabemos que un hermano suyo, Cirilo Vilar Vargas, también fue miembro de dicho Comité.

La Comisión gestora estuvo activa hasta el 31 de mayo, es decir, un mes, y su misión principal fue la de preparar las nuevas elecciones. De entre sus escasas actuaciones, podemos destacar la del 16 de mayo, que en síntesis es la siguiente: el secretario informa de las instrucciones recibidas del gobernador para elaborar el censo de los obreros en paro y comunica que se ha hecho un censo de los obreros que han comparecido, acordándose que la Comisión haga la distribución de éstos de acuerdo con los propietarios. En esta misma sesión, el alcalde comunica respecto a los arbitrios (impuestos municipales) sobre el consumo de carne fresca y salada y el de bebidas espirituosas, espumosas y alcohólicas, que se ha autorizado la sustitución de 22500 pesetas que deberían ingresar por ambos impuestos, por la misma cantidad a aumentar del Repartimiento general de utilidades que se estaba confeccionando ese año. En definitiva, se suspendió el cobro de lo pendiente por ambos arbitrios y el cese de los empleados que habían sido nombrados interinamente para su vigilancia. Por último, el alcalde propone que se dote de alumbrado público al Fontanar, para lo que no hay consignación de presupuestos, pero considera que es una obra urgente.

El domingo 31 de mayo de 1931, como ya sabemos, volvieron a celebrarse elecciones en las que se renovaron y eligieron de nuevo todos los concejales, y esta vez la elección fue, por fin, todo lo democrática que las circunstancias electorales y políticas permitían como, por ejemplo, exclusivamente el voto masculino de mayores de 25 años (o de 23 años si habían entrado en el censo como ordenó el gobierno provisional). También hemos de tener en cuenta la prácticamente nula organización de partidos fuera de los tradicionales en el pueblo.

Y, tras estas elecciones, veamos ahora cómo quedó constituido el nuevo Ayuntamiento, ya plenamente republicano:

Teniendo en cuenta que en esta acta no figuran los partidos a que pertenecen los concejales, el análisis de los resultados y los datos que ya conocemos nos permiten deducir a qué partidos podían pertenecer. Lo más evidente sería pensar que todos los concejales que hubieran sacado el mismo número de votos iban en la misma candidatura, con lo que tendríamos cuatro grupos. La candidatura vencedora con 378 votos era, sin ningún género de duda, la del Partido Radical(5 concejales); la del siguiente grupo, con 318 votos, bien podría ser una coalición republicanosocialista (4 concejales); y, por último, los 4 concejales restantes, con 65 y 70 votos, podrían ser de candidaturas todavía más escoradas a la derecha.

 Si continuamos analizando el acta, observamos que el alcalde fue, lógicamente, el del Partido Radical y, además, fueron nombrados primer y segundo teniente de alcalde precisamente los dos   candidatos del partido menos votado. Todo lo cual llevó a que el candidato del segundo partido más votado, Reyes Bustos Moreno, protestara por no estar conforme con la constitución del Ayuntamiento. Así empezaba la gestión de este primer Ayuntamiento de la II República y todavía mucho peor había de terminar en 1934 con la destitución del alcalde. El análisis de todas las actuaciones de esta Corporación alargaría en demasía este artículo, por lo que vamos a centrarnos en el cese de Juan Rodríguez, tal y como pedía el diario El Socialista en la noticia que al principio referíamos.

El alcalde fue destituido por el delegado gubernativo, Antonio Velasco. Se le imputaban nada menos que 28 cargos, la mayoría de ellos relacionados con gastos no justificados. Otros cargos tienen que ver con obras como la conducción de aguas, sin ninguna necesidad para la población, según la acusación, y que el alcalde llevó a su casa particular perjudicando a algunos vecinos e incluso llegando a secar un pozo. Había también acusaciones que tenían que ver con la falta de control de una balsa de agua de riego, que se encontraba en mitad del pueblo. A éstas y a otras acusaciones se sumaban otras de mayor calado, como eran las relacionadas con el nombramiento de nuevos guardias municipales y sus violentas actuaciones. El cargo nº 10 dice textualmente: “El señor alcalde, don Juan Rodríguez, sin duda para colocar a sus amigos después, atropelló el derecho de los guardias municipales propietarios, uno de ellos designado por la Junta de clasificación como cabo que fue del ejército, Andrés García Martínez y Faustino Moreno Moreno, despojándolos de sus cargos, por una denuncia preparada por el que había de ocupar el cargo o una de las vacantes producidas, persona que en otro cargo se acreditara su solvencia moral”.

Pues bien, el alcalde nombró como guardias municipales a Prudencio Amador García y Francisco Segura Quiñones, quienes, según el cargo que se le imputaba, “no sabe ninguno leer ni escribir, dándose el caso de que para firmar lo hacen estampando la huella dactilar del dedopulgar de la mano derecha”. El tercer puesto de guardia municipal lo ocupó Joaquín Perea Lara, alias Góngora, “sujeto de antecedentes penales por haber cumplido pena por tiempo de 8 años, 4 meses y 2 días por atentado, disparo y hurto”.El alcalde fue acusado, además, de dar órdenes a estos guardias para apalear a distintos vecinos, como la paliza -que vimos en la noticia al principio-  al militante de la UGT. El cargo nº 13 dice: “Por su exclusiva cuenta, el alcalde convocó un concurso para la construcción de las casetas de la feria, concurriendo a él entre otros Nemesio Sánchez García que ofrecía más ventajas que los demás concursantes, pero un pariente del alcalde llamado José Fuertes Vela presentó pliego sin ajustarse a la base del concurso, y desestimando las demás ofertas, fue adjudicado al mismo indicado pariente. El señor Sánchez García hubo de protestar de aquella parcialidad y este fue motivo para que se le persiga a muerte por los guardias municipales del señor alcalde que han llegado hasta el extremo de darle una formidable paliza con los sables después de estar encerrado, teniendo que ser hospitalizado inmediatamente en Cazorla por prescripción facultativa, habiendo tardado en curar de las lesiones 14 días. Es decir, que en esta villa de Pozo Alcón se representa todavía los tiempos inquisitoriales”.

 Esta misma acusación de violencia la cometieron con otro vecino, Antonio García Sánchez, al que además de la tremenda paliza de la que tardó también varios días en recuperarse, le pusieron en el calabozo una pistola a su lado para acusarlo de tenencia ilícita de armas. ¿Y el motivo de la detención? Pues resulta que A. García fue a comprar 10 Kg. de harina en un establecimiento que tenía el mismo alcalde y, al darse cuenta de que tan sólo iban 8 Kg., “hizo la oportuna reclamación”, con las consecuencias señaladas. Éste debía de ser el talante del alcalde y los guardias municipales a su cargo. Lógicamente, tampoco mostraba ninguna preocupación por las cuestiones sociales, como vemos con estos dos ejemplos. En el cargo nº 24, podemos leer: “El obrero del ramo de la Construcción José Mª Guerrero Márquez denunció al alcalde porque no cumple en ningún momento con las leyes sociales y que en distintas ocasiones que ha solicitado de la primera Autoridad el cumplimiento de la legislación, le ha contestado que no la hacía cumplir porque no le salía de sus tales”. O esta otra que presentaba “El obrero agricultor José Carmona Iruela denunció al alcalde porque un día le visitó en su casa para interesarle el fiel cumplimiento de las bases de trabajo y, lejos de ponerse al lado de la legislación social, lo maltrató de obra, dándole una bofetada y ordenando a sus agentes municipales para que lo encarcelaran y apalearan, sucediendo así”.

El alcalde, ante tantas y tan graves acusaciones, intentó defenderse sin ningún éxito, porque fue inmediatamente cesado y los guardias municipales expulsados y sustituidos por los propietarios anteriores. En la Alcaldía fue sustituido por Lucas Martínez Cerrillo, también del Partido Radical, quien a su vez nombró alcalde pedáneo del Fontanar a un socialista, Reyes Gámez Bustos, cuyas actuaciones posteriores ayudaron a que la violencia política y social, que ya asomaba en el horizonte, no fuera tan terrible aquí como lo fue en el resto de España. Además, a partir de este momento, el Fontanar irá tomando un gran protagonismo en la historia local, como iremos viendo en posteriores artículos.

José Manuel Leal

Un pensamiento en “Pozo Alcón: La Historia y sus gentes. XXXII

  1. Me pregunto por dónde andaría el ínclito cronista, MAQ, quizá hibernando a la espera de que pasara el recien nacido, «anticristiano y maléfico régimen» :la II República.

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